LX9500 aprovecha perfectamente las posibilidades de la tecnología LED, que se traduce en una pantalla muy delgada (31.6 mm) y ligera, y con un marco de los más pequeños del mercado. Este diseño Infinia, más allá de lo atractivo que resulte a unos u otros, aporta un valor extra que es el de tener una sensación de inmersión en la pantalla mucho mayor que si el marco tuviera más milímetros de grosor.
La retroiluminación LED de este LX9500 se basa en 240 bloques de LEDs (216 el modelo de 47 pulgadas) que se controlan de forma individual para conseguir mejores resultados en luminosidad, contraste (negros muy logrados) y color. A ese panel le acompaña la tecnología de 400 Hz que busca fluidez en las imágenes en movimiento, otorgando unos excelentes 200 Hz para cada ojo en modo 3D.
La hoja de características es muy completa, destacando el brillo de 500 cd/m2, el tiempo de respuesta de 2 ms, un ángulo de visión de 178 grados, tecnología Real Cinema 24p, el sintonizador TDT de alta definición y el procesador XD-Engine FHD.
Más allá de lo que ofrece este LG LX9500 como televisor LED de nueva generación con su contraste de 10.000.000:1, la compatibilidad con la tecnología 3D es su punto fuerte.
De la parte 3D este LG LX9500 no trae ningún sistema de conversión de contenido 2D a 3D. El problema es que la tecnología que tendrán lista para septiembre de este mismo año no será de entrada compatible con los televisores 3D que sacan ahora a la venta, y no nos pudieron asegurar que lo fueran a ser alguna vez. Así que en septiembre, apenas tres meses después de sacar estos primeros televisores 3D, LG pondrá en el mercado una nueva gama con el conversor ya incluido en su sistema.
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