¿Quién más de alguna vez ha querido sentir que pisa la luna?
La mayoría de las personas por no decir todas, pero hoy en día tenemos la posibilidad de poder sentir que estamos en la luna y no por sentirse extasiado ni mucho menos, sino porque han llegado al mercado “Moonwalker”, el calzado que con imanes promete tener la misma sensación de estar caminando en la Luna.
Uno de sus componentes principales es el DuPont Tyvek de polietileno sintético, un material que usa la NASA en la elaboración de sus trajes espaciales. Por otro lado, la suela está hecha de espuma viscoelástica, también conocida como memory foam, por conseguir la propiedad de «memoria». Esta espuma se adapta al clima exterior de la zapatilla, de manera que se endurece cuando hace más frío y se vuelve más suave cuando hace calor, ayudando a aliviar la tensión en los pies, las piernas y en la espalda. El proyecto ha conseguido más de 180.000 dólares para su financiación y sus creadores, encabezados por el ingeniero Patrick Jreijiri, esperan comenzar a entregar los primeros ejemplares el mes de septiembre. «Sus imanes de N45 son unos de los más potentes que existen y crean su propio campo de fuerza sin necesidad de elementos exteriores. Están dispuestos de manera que sus polos norte se repelen entre sí. Tienen un diámetro cada uno de ellos de entre 2,5 y 5 centímetros, lo que les permite mover materiales de hasta 12 kilogramos. Esta fuerza provoca que cada paso que la persona da sienta que está siendo empujado hacia arriba. Los imanes más grandes se sitúan en los talones, que es donde más presión ejerce el pie al caminar». El calzado del futuro cuesta menos de 100 dólares con envío incluido, y la versión 2.0 que tendrá una pantalla de tinta electrónica en la suela que permite enlazarse a las redes sociales, por medio de una aplicación móvil para recibir notificaciones, tendrá un costo más elevado. Por lo que los desarrolladores afirman que las enviarán gratis a todo el mundo como una atención para los inversores de crowfounding.
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